19 de diciembre de 2013

GLUT4, o por qué debes hacer ejercicio si quieres reducir tu resistencia a la insulina

Hasta el momento, casi todas las entradas nos han llevado a hablar de la insulina. Y es que esta hormona es probablemente la más importante en nuestro organismo, pues la resistencia a ella es un indicador general de cómo se encuentra nuestro organismo. Sabemos que la insulina se encarga de llevar los nutrientes a las células, y que cuando esta se produce en exceso, almacenamos grasa. 



Sin embargo, la insulina no es la única hormona capaz de transportar los nutrientes a las células. Existe una molécula de transporte llamada GLUT4, que es capaz de traspasar nuestras células y suministrar energía en forma de glucosa a nuestras células. 

Se localiza en los adipocitos, el músculo esquelético y el músculo cardíaco. Resumiendo, el GLUT4 es un compañero de la insulina: la acompaña hasta la membrana plasmática, y una vez allí, favorece el transporte de la glucosa al interior de los tejidos. El GLUT4 es como ese compañero que te ayuda a empujar tu coche cuando se queda atascado en el barro. 

Si eres diabético, sabrás que las células de tu páncreas no poseen la capacidad de crear insulina, o -en el caso de que seas diabético tipo 2- no produces la suficiente como para contrarrestrar las subidas de glucosa en sangre. Sin embargo, en todas las personas -incluyendo a aquellas que sufren diabetes- existe la posibilidad de activar el funcionamiento de la hormona GLUT4. 

Aunque es imposible conseguir que tu organismo transporte todos los nutrientes a través del GLUT4, activar esta hormona te permitirá reducir tu resistencia a la insulina.

 Pero, ¿cómo se activa?

Muy sencillo: haciendo ejercicio. Si estimulamos la producción de bradiquininas y óxido nítrico, damos una señal a nuestra hormona tiroidea para que se produzca GLUT4. En una persona sana, con una dieta adecuada, una rutina de ejercicio moderada y unos hábitos de sueño decentes, esta hormona debería encargarse de transmitir a las células una parte de los nutrientes que ingerimos. Pero cuidado, hacer más ejercicio de la cuenta, comer mal y ante todo descansar poco sólo activara tu producción de la hormona cortisol a niveles que pueden causar un serio perjuicio a tu salud. 

Para mí, el ejercicio óptimo para activar esta hormona es el cardio de baja intensidad (caminar, pasear en bicicleta o hacer pequeñas sesiones de HIIT) y, sobre todo, el entrenamiento con pesas. El entrenamiento de musculación aumenta y refuerza tu masa muscular, y cuando esto ocurre, la sensibilidad de los músculos a la hora de recibir la insulina aumenta. 

Si consigues mantener unos niveles aceptables de GLUT4 y una composición corporal óptima (poca grasa corporal, mayor masa muscular) tu resistencia a la insulina estará siempre bajo mínimos. Te lo garantizo. 



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