2014 ha terminado y, por desgracia, los
diabéticos españoles seguimos teniendo muchos de los problemas con
los que empezamos el año. Nuestro sistema de salud está ahogado por los recortes, presionado por políticos que prefieren escatimar
gastos en un aspecto que, especialmente para los enfermos crónicos, resulta una necesidad esencial para poder lograr una calidad de vida decente. Es vergonzoso que existiendo en el mercado dispositivos y tratamientos con la capacidad
de mejorar la calidad de vida de los pacientes, no podamos acceder a
ellos en un país como España, en Europa, en el mundo desarrollado.