5 de enero de 2015

Lo que los pacientes de diabetes seguimos necesitando en 2015

2014 ha terminado y, por desgracia, los diabéticos españoles seguimos teniendo muchos de los problemas con los que empezamos el año. Nuestro sistema de salud está ahogado por los recortes, presionado por políticos que prefieren escatimar gastos en un aspecto que, especialmente para los enfermos crónicos, resulta una necesidad esencial para poder lograr una calidad de vida decente. Es vergonzoso que existiendo en el mercado dispositivos y tratamientos con la capacidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes, no podamos acceder a ellos en un país como España, en Europa, en el mundo desarrollado.

La lista de cosas que podemos pedir (y seguir pidiendo) a la Seguridad Social en 2015 es enorme:
  • Más bombas de insulina. En países como Reino Unido es relativamente fácil ser aprobado por el sistema nacional de salud (NHS) para portar una bomba. Sin embargo, en España sigue siendo algo reservado a las personas con un control muy deficiente. Ni siquiera la mayor parte de los niños pequeños pueden acceder a estos dispositivos, que mejoran sustancialmente la calidad de vida y dan tranquilidad a los padres.
  • Que los monitores continuos de glucosa (CGMs) empiecen a ser cubiertos por la Seguridad Social. No es normal que algunas comunidades puedan cubrirlos y otras no. Especialmente, es necesario que el Freestyle Libre o el Dexcom G4 sean cubiertos por nuestra sistema de salud, para así incentivar que se sigan investigando en estos dispositivos que alivian tanto la carga psicológica que supone una enfermedad como la diabetes.
  • Que Tresiba llegue a España de una vez. Aún no tenemos una insulina basal que alcance las 24 horas de duración. Sin embargo, una que sí lo logra está ya a la venta en una gran cantidad de países europeos, e incluso en países latinoamericanos supuestamente más pobres que España. 
  • Que se evalúen qué medicamentos indicados para el tratamiento de la diabetes tipo 2 pueden ser útiles para el tratamiento de la diabetes tipo 1. Medicamentos como la metformina o la liraglutida pueden ser muy útiles para hacer más sencillo y predecible el control de la diabetes tipo 1 en muchos casos, pero los endocrinos no están autorizados para recetar estos fármacos a pacientes que no cuenten con un diagnóstico de diabetes tipo 2. Obviamente, las compañías fabricantes de insulina no quieren que sus pacientes de diabetes tipo 1 requieran menos unidades de insulina, ya que ello provoca una pérdida de ganancias, y estos medicamentos quedan reducidos al tratamiento de la diabetes tipo 2. 
  • Mayor financiación para las tiras reactivas. En la mayoría de comunidades, las tiras reactivas financiadas no superan las 6 diarias. Para un diabético que desea mantener un control óptimo, se requieren unos 8 análisis al día, por no hablar de aquellos que realizan actividad física o que tienen tendencia a la hipoglucemia. No podemos recortar gastos en ese tipo de cosas. 
  • Que lleguen los bolis de insulina con aumentos de 0'5 unidades. Muchos pacientes necesitamos administrarnos insulina en incrementos menores de una unidad, y esa puede ser la diferencia para no recaer en hiperglucemia o hipoglucemia. En otros países, existen bolis de insulina recargables con cartuchos que cuentan con incrementos de 0'5 unidades. ¿Por qué aún no han llegado a España?
  • Más apoyo psicológico a los pacientes de diabetes. La educación diabetológica está centrada en el cuidado dietético y farmacológico, pero casi nadie piensa en la carga psicológica que supone la enfermedad, algo que puede ser clave para la adherencia al tratamiento a largo plazo. Nadie se encarga de apoyar psicológicamente a, por ejemplo, aquellos niños que superan la infancia con diabetes gracias al cuidado de sus padres, pero que al llegar a la adolescencia comienzan una etapa en la que deben empezar a cuidarse por sí solos frente a los retos y experiencias que la edad propone. 
En la investigación, hay una enorme cantidad de aspectos en los que trabajar:
  • Necesitamos una insulina rápida capaz de trabajar más rápido, para así corregir las hiperglucemias con más diligencia y poder permitirnos, aunque sea ocasionalmente, aumentar la ingesta de carbohidratos sin caer en la hiperglucemia postpandrial.
  • Necesitamos acelerar el proceso de salida al mercado del páncreas artificial. Sabemos que ya está diseñado, que se está probando y que parece funcionar. Sin embargo, aún queda al menos un lustro para que podamos verlo en nuestras manos. El páncreas artificial es, sin duda, lo más cerca que estaremos de una cura en mucho tiempo.
  • La investigación con células madre es otra de nuestras grandes bazas. Seguimos soñando con el momento en que la diabetes sea cosa de una inyección de células beta cada tres meses. De momento, se ha conseguido reducir ingentemente la cantidad de insulina requerida por los pacientes con implantes de estas células. 
  • Necesitamos que aquello que la ciencia refleja como la mejor intervención nutricional, es decir, la dieta baja en hidratos de carbono, se convierta en la guía nutricional estándar en las consultas de nuestros médicos y endocrinos. Seguimos luchando por ello.
Ante todo, seguimos necesitando concienciación. La diabetes es ya una enfermedad tan común que parece ser tratada con indiferencia, como si su padecimiento no supusiese un problema en la vida de las personas que la sufren. Aún debemos hacer comprender a la gente que la diabetes tipo 1 es una enfermedad muy diferente a la diabetes tipo 2, y que la experiencia de sus familiares mayores no tiene relación alguna con la enfermedad que sufre un niño de ocho o diez años. Que las decisiones respecto al estilo de vida son responsabilidad única del paciente, y que los únicos que tienen derecho a intentar intervenir en ello, siquiera opinando, son los familiares más cercanos, tales como los padres o la pareja. 

Espero que a pesar de todas las dificultades que seguimos y seguiremos sufriendo, 2015 sea un año lleno de avances y éxitos en la investigación y el cuidado de la diabetes. Os deseo muchas buenas cifras en vuestro glucómetro.

¡Feliz año! 

PD: A pesar de todas las necesidades que he intentado listar en este artículo, aún hay muchas que seguro que no se me han ocurrido o que no he tomado en cuenta. Por favor, deja un comentario con aquellos avances que podrían mejorar tu calidad de vida como paciente. ¡Gracias por colaborar! 

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